Me encanta mi profesión: Matrona. Cada vez que estoy en un parto siento diferentes emociones, lo rico que es presenciar la vivencia de la llegada de un hijo. Esta experiencia es la mas linda de la vida! Los papás nerviosos ante el momento del parto ya han pasado muchas horas en las cuales ha habido dolor, nerviosismo, momentos de calma y por fin se acerca el momento cumbre de esta tan larga espera. Cuando todo sale bien y llega un hijo sano, todos damos gracias, el momento es pleno, de alegría y emociones. El hijo se coloca al pecho de su madre donde pasa varias horas en contacto con ellos. Ellos le hablan, lo miran, lo reconocen, lo amamantan. Las matronas estamos al lado para acompañar y guiar lo que la naturaleza sabe hacer tan bien.
Cuando presencio esto me voy feliz a mi casa, aunque haya sido largo, tal vez de noche o dejando muchas situaciones familiares y/o sociales de lado. Lo difícil es cuando sabemos que todo esto no va a ocurrir, cuando hay un diagnostico de enfermedad o incluso de inviabilidad fetal, un camino difícil comienza, el día del parto tendrán que enfrentar una de las situaciones mas tristes de la vida . Por lo que mi dedicación tiene que ser aun mayor, darle a esos papas un profundo apoyo. Ellos se han preparado para la llegada de ese hijo. Esta puede ser de una forma impersonal, fría y distante, o a pesar de ser una vivencia triste y dura los papas pueden llegar a poder vivir esta situación de la mejor manera posible. El día del parto llegan muy nerviosos y ahí estamos las matronas, las primeras en estar con ellos. Son momentos de revisar que va a pasar, que haremos, contarle a la familia cuales serán los tiempos y las expectativas.
En el momento del parto, al nacer el hijo, se vera cual es la conducta a seguir, se le llevara a neonatología donde le harán las atenciones necesarias. Mientras tanto, con nosotras unos papas llenos de angustia , entonces nuestra labor es no solo en la parte medica sino también en lo emocional, a veces ir contándole lo que esta pasando, dándole la mano como apoyo, o simplemente dejándoles que acompañen a ese hijo mientras su corta vida se apaga. Yo he llorado con ellos, pero sabiendo que lo que he hecho ha sido lo mejor, ayudando a vivir este proceso de la mejor manera. Cuando sabemos que un hijo va a morir, la mejor manera es prepararse y acompañar a ese hijo en todo su proceso.
Mi experiencia cuando he vivido estas situaciones ha sido que los papas quedan tranquilos cuando han podido conocer, abrazar, tener con ellos incluso al hijo que ha nacido muerto o con múltiples malformaciones. Sentir que fueron madre o padre hasta las ultimas consecuencias y que pudieron darle todo ese amor que uno siente por un hijo hasta su ultimo momento. Matrona no es solo velar porque todos los parámetros obstétricos estén cuidados, tenemos un rol sumamente importante que es lo humano, dar toda nuestra compañía, cariño y hacer sentir al otro que es lo mas importante.
Ser Matrona, es entregar conocimientos, valores de humanidad y experiencias de vida. No hay nada mas enorgullecedor que cuando unos papas, después de haber vivido esta experiencia juntos, me dicen que para ellos fue una vivencia increíble, que se sintieron acogidos, acompañados, confiados y que realmente mas que Matrona, me sintieron como a una mama, amiga, confidente o una persona muy cercana. Te agradecen tu trabajo con expresiones de verdadero cariño o cartas que me han llenado de buenas emociones y es ahí cuando siento que Ser Matrona es lo mejor que pude haber elegido.

Realmente me encanta mi profesión.